En la mayoría de estas poblaciones medievales abundan las casas palacio, estructuras de granito o pizarra, iglesias de piedra, torres y ermitas con reminiscencias mudéjares. Órdenes militares como las de Alcántara, Santiago o Malta dejaron su impronta en esta zona. Algunas poblaciones, como Gata, exhiben con orgullo los blasones de los Reyes Católicos y del emperador Carlos V.
Sus bellos parajes están protagonizados por el agua, los olivares y las montañas. Sierra de Gata es famosa además por su magnífico aceite de oliva con Denominación de Origen, vino blanco, dulces y artesanía en madera. Los vinos blancos se elaboran actualmente por la Cooperativa Vinos Sierra de Gata.
Debido a su accidentada orografía se recomienda visitar la comarca siguiendo dos rutas bien diferenciadas. La primera tiene su origen en Hoyos, bella capital de una zona cuajada de historia, monumentos y sabrosa gastronomía. Finaliza en Valverde del Fresno, una de las tres localidades donde se habla la fala. La segunda, que parte de Villasbuenas de Gata, está marcada por el río Árrago y finaliza en Robledillo de Gata, muy próxima a las Hurdes.